¿Se puede aislar una azotea transitable?

Una gran cantidad de edificios cuenta con azotea transitable, normalmente desaprovechada por falta de unas instalaciones óptimas.

Si quieres aprovechar un servicio de cerramiento en ático o terraza, para disfrutar de este espacio durante todo el año, tendrás que escoger los elementos apropiados.

Te contamos qué opciones tienes actualmente para aislar una azotea transitable y qué dice la ley sobre ello.

Tipos de azoteas transitables

Para empezar es importante tener claro de qué tipo de superficies estamos hablando. Por un lado, es preciso señalar que las azoteas transitables consisten en un tipo de cubierta plana, habilitada para el paso sobre ella. Se diferencian así de las azoteas no transitables.

Ahora bien, entre las azoteas transitables podemos encontrar distintos tipos, sobre todo relacionados con los materiales de construcción de la cubierta:

  • Cubiertas ventiladas
  • Cubiertas no ventiladas
  • Cubiertas calientes
  • Cubiertas invertidas

El tipo de azotea transitable es importante en términos de aislamiento respecto a las viviendas inferiores, ahora bien si queremos instalar un cerramiento, lo que debe interesarnos más es el diseño de la infraestructura, las dimensiones existentes y los permisos para el trabajo.

La normativa de azoteas transitables

En una comunidad de vecinos, se requiere la aprobación de 3/5 partes de la misma para realizar modificaciones sobre una azotea transitable.

No obstante, es importante consultar el Plan General del Municipio y la ordenanza local existente, para comprobar si no hay ningún impedimento legal para un cerramiento la zona.

Además, aunque la normativa establezca la posibilidad de realizar una instalación de este tipo en una azotea transitable, también se debe revisar el Código Técnico de la Edificación. La instalación que contratemos tendrá que seguir cumpliendo las directrices establecidas, por ejemplo aquellas relacionadas con el ahorro de energía, la seguridad estructural o el uso del espacio disponible.

Cómo aislar una terraza transitable

Con todo a favor para aislar una azotea transitable, solo queda escoger la mejor solución de cerramiento posible.

En el mercado tenemos sobre todo 3 instalaciones, compatibles entre sí, para conseguir un resultado funcional, estéticamente atractivo e incluso de gran eficiencia energética.

Cortinas de cristal

Las cortinas de cristal te permiten cerrar cualquier tipo de terraza, azotea, porche o similar, creando con ello un espacio confortable para disfrutarlo durante todo el año.

Los distintos modelos de cortinas de cristal te permiten contar con la azotea protegida, mientras disfrutas de las vistas gracias a sus paneles transparentes sin perfiles verticales.

Además, también ofrecen opciones de apilamiento o sistemas correderos, para que con el buen tiempo puedas abrir el espacio una vez más al aire libre.

Sistemas de techo

Para un cerramiento superior, los sistemas de techo son la elección perfecta, además de ser totalmente compatibles con las cortinas de cristal.

En función de las preferencias para cada proyecto, es posible elegir entre techos fijos y móviles, acabados con paneles de vidrio laminado, de panel sándwich o de policarbonato celular e incluso aprovechar techos textiles retráctiles.

Todos ellos con distintas opciones de acabados, pero una funcionalidad total a la hora de proteger el espacio inferior, incluso cuando llueve, ya que cuentan con sistema de evacuación de agua.

Pérgolas bioclimáticas

Otra alternativa consiste en la instalación de pérgolas bioclimáticas, una solución también compatible con las cortinas de cristal si buscas un cerramiento completo.

Las pérgolas bioclimáticas ofrecen espacios únicos, en los que tú regulas la entrada de luz a través de sus lamas de aluminio regulables.

Infinidad de opciones para tener un espacio de relajación en la azotea transitable, incluyendo además instalación de sistemas de iluminación y sonido que podrás controlar desde el teléfono móvil.

Con ellas puedes dar un toque de diseño exclusivo a tu azotea, al mismo tiempo que logras un espacio bioclimático perfecto, sin necesidad de usar sistemas de calefacción o aire acondicionado.

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